Por Alfredo Arnold.
Se consagra UAG a la Guadalupana
Por Alfredo Arnold
La Universidad Autónoma de Guadalajara renovó su consagración a la Virgen de Guadalupe, durante un acto que tuvo lugar ayer frente a la ermita hace años construida en su honor, en Ciudad Universitaria.
El acto fue organizado por el Centro de Estudios Guadalupanos de la UAG y participaron alumnos, profesores, directivos y en general la comunidad universitaria encabezada por el rector Antonio Leaño Reyes.
Con cantos y cohetones dio principio la procesión de la imagen de la Virgen, desde el edificio de Rectoría hasta la ermita, pasando por los edificios de Humanidades y de Negocios. Durante el trayecto se entonaron cánticos y fueron leídos algunos datos biográficos de San Juan Diego.
Detrás de la imagen mariana seguían un lábaro tricolor, las banderas de la UAG, de la Federación de Estudiantes de Jalisco, de las escuelas y facultades, así como de los países de América que se han consagrado a la Virgen de Guadalupe, portadas por alumnos de la Secundaria Militarizada “Francisco Márquez”.
Ya en la ermita, el director del Centro de Estudios Guadalupanos, Manuel Vargas de la Torre, dirigió unas breves y emotivas palabras en memoria de doña Paz Reyes de Leaño. “La extrañamos en este acto. Ella era una fervorosa devota de la Virgen de Guadalupe y no faltó un solo año a esta celebración”, dijo.
También recordó a los fundadores de la UAG, de quienes comentó que eran devotos de la Virgen del Tepeyac y consideraban como un verdadero milagro el surgimiento de la que José Vasconcelos calificó como “el milagro cultural de América”.
Enseguida, el presbítero Daniel Pérez Gómez dirigió el rezo el Santo Rosario y pronunció las palabras de consagración universitaria a la Virgen.El acto finalizó con el canto de Salve Regina y el Himno Guadalupano.
Posteriormente, los asistentes convivieron mientras disfrutaban de tamales y atole.
MILAGRO GUADALUPANO
Las apariciones del Tepeyac ocurrieron entre el 9 y 12 de diciembre de 1531, apenas 39 años después del descubrimiento de América y diez después de consumada la conquista de Tenochtitlán.
Después del milagro se produjo un singular proceso de mestizaje en la historia de la humanidad, al fusionarse la raza española con la indígena dando origen a una nueva raza, la mexicana.
Juan Diego nació en 1474 en Cuautitlán y se cree que fue bautizado por Motolinía, enviudó en 1529 y tenía 57 años en el momento de las apariciones. Fray Juan de Zumárraga era entonces el obispo de México y aún faltaban casi cuatro años para que Antonio de Mendoza se convirtiera en el primer virrey de la Nueva España. Juan Diego fue canonizado en 2002 por el papa Juan Pablo II.
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